miércoles, 3 de febrero de 2016

Tres poemas de Bai Juyi

El viejo y la luna

Vengo del Sur. La luna
encogida en cuarto
dejé al partir
pero rebosó por tres veces.
De madrugada,
ella desapareciendo,
aceleré mi paso
para en puntual atardecer
dormir con otra.
No podría jamás decirse
que ignore
los humanos sentimientos
pues mil kilómetros
lleva ya acompañándome.
Esta mañana juntos partimos
desde el puente We Shue
hacia las calles de Chan An, mi meta;
aunque no estoy completamente seguro
de quién será esta noche
la luna huésped.


***

Cejas de mujer pensativa

Corrientes primaverales del este
derriban las cerezas y abren sus pimpollos al ciruelo.
Si ese viento se convierte poco a poco en brisa,
jamás logrará deshacer de aquella mujer
el nudo de sus cejas enredadas.

***

Curiosidad sobre la cigüeña

Los cuervos y las águilas se enfrentan
por un trozo de comida.
Incluso los gorriones pelean
sin concesiones por cualquier nido.
Tan solo usted, tan silenciosa como 
inmutable
entre el viento y la nieve
de la orilla helada,
reposa su pie tranquilamente
sin que yo pueda por medio alguno
descubrirle su propósito.

Extraídos de Antología Poética de la Dinastía Tang.
Versiones de A. Gómez Gil y Chen Guang Fu.