sábado, 19 de diciembre de 2015

La ventana de esta noche,
hueco atravesado
por un perro que llora. Distancia...

Cuando calle
habrá empezado a disiparse un reloj.
Haràs bolitas de barro:
las quiero entre los dedos de mis pies.

Habrá humedad, eco de lluvias,
en el surco más urgente
del vidrio.

***

Un tren se fue.
Una montaña y un espejo
viajaron con él.

¿Tomará el camino de las altas cumbres?
¿Beberá velocidad cuando lo alcance el rayo?...

Mientras espero una respuesta
en un costado de la vía
(precaria estación donde los ojos no alcanzan),
guardo cáscaras en la basura,
converso con un perro viejo;
envuelvo un regalito
para una amiga que el martes
cumple los años.


(Fronda)



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