viernes, 14 de junio de 2019

Soliloquio en el ómnibus
a las 6.30 de la mañana:
una mujer habla por teléfono
pero parece que hablara sola,
su voz ocupa
el lugar de un exacto vacío:
“recién ahora el auto
está en condiciones de salir...”.
Su interlocutor es alguien cuya película
transcurre en otro paisaje, entre otras caras.
Una única música: el zumbido
del motor, avances y retrocesos
chirridos. A esta hora
las ventanillas cerradas
no alcanzan a contener el somnoliento murmullo
ni  el bullicio del tránsito.
Qué te queda sino atender
a la música oculta, la que inunda
cada rincón de tu cuerpo
como ese río que ahora mirás,
abierto brazo de venas plateadas
donde estalla el amanecer...

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